El autobús hace otra parada, esta vez se escucha más alboroto; ''¿Cómo es posible que estén tan animados a las 8:30 de la mañana?'' Pensé. Se abre la puerta y entran varios chicos con chaquetas de un equipo de rubgy.
Iba fijándome en las caras de cada uno; ''Vaya, no conozco a ninguno'' Pensé, bueno, mamá me habría dicho algo de algún conocido. ''Menos mal que conozco a Sophie, mi mejor amiga, también va a este instituto, espero entrar con ella a clase''
Unos minutos más tarde el autobús llego al ''césped'' (por así llamarlo) de el instituto. Todos bajamos de el autobús y yo busco a Sophie por si está en algún lado no la encuentro, entré a informarme sobre los horarios, los descansos, las clases etc...
Cuando llegó Sophie:
-Hola Megan, estás genial.
-Gracias Sophie, tú también.
-Bueno, entremos a clase.
-Vale, por cierto, hemos tenido muy buena suerte pudiendo entrar a la misma clase.
-Sí, es posible.
Llegamos y entramos a clase, Literatura.
Tras 55 minutos de clase fuimos a la siguiente, Matemáticas.
Otros 55 minutos de clase más, pero estos mucho más aburridos.
Salimos al recreo y Sophie me presentó sus colegas y eso, entre ellos habían un chico que subió al autobús de los que llevaba una chaqueta de el equipo de rugby. Era alto, moreno, delgado y bastante guapo, la verdad. Era Mitchel:
-Hola soy Mitchel, ¿cómo te llamas?- En su tono de voz había una parte de cachondeo también.
-Megan, encantada- Le dirigí una sonrisa y fui a comer el almuerzo con Sophie.
Sophie me miró con cara rara:
-Mitchel es un chico muy majo, un poco borde algunas veces, y se mete en algún que otro lío.
-Vaya, interesante... Pero... ¿por qué me lo dices?
-No lo sé, la verdad. JAJAJA
-Estás looocaaa. JAJA
Nos fuimos a la siguiente clase, Biología.
Cuando salimos sólo quedaban unas clases más, al terminar todas las clases me despedí de Sophie y fui a la parada de el autobús, había bastante gente.
Subí y volví a casa.
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